El Consejo Económico y Social (CES) de Cantabria ha emitido un dictamen favorable al decreto que regula los albergues turísticos y las empresas de turismo activo, que elimina la exigencia de solicitar autorización administrativa para desarrollar la actividad.
El CES se muestra en el dictamen “plenamente conforme” con esta nueva normativa, con la que Cantabria adapta su regulación a la directiva europea de servicios.
No obstante, el Consejo señala que la reforma llega con más de un año de retraso sobre el plazo máximo establecido para la trasposición de esta directiva, ya que debió aprobarse antes del 28 de diciembre de 2009.
El decreto elimina la exigencia de autorización administrativa para el desarrollo de las actividades turísticas, sustituyéndola por un deber de comunicar el inicio de su actividad.
El Consejo valora la contribución del proyecto al plan de acción para la reducción de las cargas administrativas, al introducir la comunicación previa y la declaración responsable y prescindir de autorizaciones que “obstaculicen la libertad de establecimiento”.
No obstante, asegura que no entiende cómo no se ha eliminado ya la exigencia de un sellado oficial de los precios máximos aplicables a los servicios por el órgano competente en materia de turismo.
En su opinión, debería bastar con que esa modificación de precios se comunique por cualquier medio, incluida la vía telemática.
Argumenta que la obligación de sellado en pleno siglo XXI no es necesaria y supone un coste de transacción importante para los empresarios, sin aportar valor alguno en comparación con métodos de tramitación telemática.
Al mismo tiempo, aplaude que se haya suprimido la exigencia de disponer de un Libro Oficial para anotar las visitas de la Inspección de Turismo.
El CES apuesta en su dictamen por la armonización de los distintivos de identificación y clasificación de los albergues en España.
A su juicio, parece recomendable que la clasificación que se siga en Cantabria tenga una correspondencia con la del resto de comunidades autónomas para evitar denominaciones y exigencias técnicas distintas y confusiones en el mercado.
Fuente: EFE