Desde el Aula de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria (UC) se impulsa la declaración del cocido montañés como Bien de Interés Cultural. No es un caso exclusivo, siguiendo la línea marcada por la Unesco de protección del Patrimonio inmaterial en su convención del año 2003. Una decisión reciente fue adoptada en 2010 con la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Dieta Mediterránea, que en la Región de Murcia cuenta con el rango de Bien de Interés Cultural.
El informe técnico que avala la solicitud ha sido realizado por Olga Borbolla Tárano y Lucía Fernández Granados, licenciadas en Historia por la Universidad de Cantabria y que han realizado el Máster en Patrimonio Histórico y Territorial en la Facultad de Filosofía y Letras por encargo del Aula de Patrimonio.
El informe que acompaña la solicitud de incoación presentada a la Consejería de Cultura, señala que el legado de un pueblo, de una ciudad o de un país conforma la herencia histórico-cultural que posee determinado lugar, los bienes y los derechos a los que los individuos acceden como miembros de una comunidad. Así se puede estar hablando de patrimonio histórico, cultural, inmaterial e incluso de la humanidad.
El cocido montañés, plato típico por excelencia de Cantabria, se considera que forma parte del denominado patrimonio inmaterial o intangible. Según la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, el patrimonio intangible «es el crisol de nuestra diversidad cultural y su conservación, una garantía de creatividad permanente».
El informe tiene dos objetivos preferentes: primero, considerar el valor patrimonial del cocido montañés y, segundo, proponer la declaración del cocido montañés como Bien de Interés Cultural, por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, a través de la legislación vigente para salvaguardar su valor gastronómico y cultural.
El cocido montañés es el plato típico de la cocina cántabra porque es la única receta gastronómica que identifica a toda la comunidad autónoma de Cantabria. Representa el estilo de vida de un espacio geográfico concreto, conocido como La Montaña, que con el paso de los años y la inminente globalización que se está produciendo a escala mundial, está provocando en éste y en otros lugares, la desaparición de tradiciones culturales y de diversos usos y costumbres.
Un modo de vida
La gastronomía de un lugar representa el modo de vida de esa región o zona. El cocido montañés no es ninguna excepción y, por ello, es el plato heredado de las formas de vida, usos y costumbres de los cántabros y, en definitiva, de su propia cultura. La alimentación en una determinada época permite conocer no sólo aspectos relativos a la dieta sino otros relacionados con diferentes estampas de la sociedad.
El cocido montañés es un plato reflejo de las necesidades del consumo humano y de la realidad de la sociedad en general. Además las condiciones climatológicas y geográficas condicionaron el estilo de vida de las personas de este lugar. Destaca por su receta, usando la alubia blanca y la berza como ingredientes básicos para su elaboración. Este guiso se acompaña con el denominado compango (chorizo, costilla, morcilla y tocino).
Ahora, si la Consejería incoa el expediente, se iniciarán los trámites para su consideración como Patrimonio.

Fuente: El Diario Montañés