Quien dijera de antemano que en Cantabria íbamos a entrar en noviembre con gente bañándose en la playa, con localidades y centros turísticos a rebosar, con terrazas y paseos tan concurridos como si la crisis resultara ajena y acabáramos de estrenar el verano, seguro que le tacharon de iluso. Pero fue el que dio en el clavo. De modo que aquellos que estos días apostaron por hacer turismo en Cantabria han disfrutado de un largo fin de semana excepcional. Los hosteleros se han encontrado con espléndidas jornadas para hacer buena caja. Y para el común de los mortales ha resultado un regalo de puente. Con días de sur y temperaturas entre los 20 y 23 grados (23,8º en Parayas ha sido la máxima regional) que han invitado a vivir la calle.

Cabárceno, El Soplao, Castro Urdiales, Santillana, Potes, Comillas, Santander… han sido desde el sábado y hasta ayer lugares de peregrinación, puntos donde turistas y visitantes volvieron a dibujar por sus calles una estampa más propia del verano que del primero de noviembre.

El imán de Liébana, por ejemplo, no ha fallado. De sábado a martes ha recibido a gran cantidad de visitantes, lo que se ha traducido en buenas ocupaciones hoteleras (100% en el Hotel del Oso o 70% en el Infantado), de restaurantes y terrazas, y gran afluencia a puntos de interés como la Torre del Infantado o el Teleférico de Fuente Dé. En esta instalación de Cantur se han montado alrededor de 4.500 visitantes, de ellos 1.577 acudieron el domingo, jornada que estuvo al completo. «Sin comparación, el mejor puente de Todos los Santos aquí», señala Antonio Marcano, uno de sus responsables, respecto a las cifras de ocupación.

En similares términos se expresaba Fermín Unzué, responsable de la Cueva El Soplao. A pesar del horario de invierno, que sólo dura hasta las seis de la tarde, han pasado por esta instalación 3.750 visitantes, lo que representa un 20% más que el pasado año, si bien con una jornada más de puente.

Otro punto clásico y obligada referencia que testa el número de visitantes a Cantabria es el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. En este puente han pasado por taquilla 9.265 personas, cifra que casi triplica (3.259) a los que se acercaron hasta allí en el puente del pasado año. La del domingo, con 3.700 visitas, fue la jornada fuerte. El porcentaje en el aumento de entradas también se reflejó en la facturación total del Parque, que fue el triple que hace un año.

Claro que no todos los que viven del turismo en Cantabria podían decir lo mismo en lo que a clientela se refiere. En un rápido muestreo de ayer, hoteles como Abba Comillas (62% ocupación), Viadero, en Noja, (60%), o Miramar (30%), en San Vicente de la Barquera, referían cifras similares a las del pasado año. «Ha hecho buen tiempo fuera, pero no para nosotros», reseñaba la responsable del hotel de Noja, aunque en la capital cántabra algunos sí han estado «algo mejor» que hace doce meses. Dos ejemplos de ello son el Chiqui o el Bahía, que durante este puente han registrado una ocupación media del 90%.

Sin embargo, en el apartado de turismo rural, la feria no pintó tan buena. Su presidente, Jesús Blanco, prefiere hablar de fin de semana más que de puente, dado que la mayoría de las ocupaciones han sido por dos noches, con una ocupación media en torno al 40%, cifra similar a la del pasado año.