Más de 7.000 niños participan en el concurso de EL DIARIO ‘Nos gusta el osezno Aragón’


Los escolares de Cantabria han aprendido mucho gracias a un entrañable amigo que vive en Cabárceno. Miles de niños de entre 6 y 11 años han participado en el Concurso ‘Nos gusta el osezno Aragón’, organizado por El Diario Montañés en colaboración con la Consejería de Educación y la de Cultura, Turismo y Deporte. Casi 7.000 escolares de primero a sexto curso de Educación Primaria han concursado con sus dibujos y algo más de 1.000 matriculados en quinto y sexto han escrito un relato sobre el cachorro que fue rescatado del maletero de un coche de traficantes por la Guardia Civil.
Los nombres de los ganadores del concurso de dibujo y de redacción se darán a conocer este jueves en un suplemento central de El Diario, en el que se publicarán las obras premiadas.
Los profesores de cada aula han seleccionado los seis mejores trabajos realizados por sus alumnos. Han sido 1.648 dibujos y 261 relatos los que han superado esa primera criba para ser evaluados por los jurados, presididos, respectivamente, por la consejera de Educación, Rosa Eva Díaz Tezanos, y el consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano.
Los niños cántabros han demostrado un gran afecto hacia ‘Aragón’ y hacia el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Gracias a los artículos y vídeos publicados por El Diario en sus ediciones digital y de papel, los escolares saben que la cría de oso pardo fue introducida en España de contrabando desde Rumanía, que sufrió raquitismo durante su cautiverio y estuvo a punto de morir, que se llama ‘Aragón’ porque fue en esa comunidad donde fue rescatado, que le gustan las uvas, las peras y el pan de molde, que está humanizado por su contacto con las personas y debe aprender a ser un oso… Conocen al veterinario que lo cuida en Cantabria, Santiago Borragán, y a los guardias civiles que lo pusieron a salvo en Zaragoza, Manuel Chamorro y Sergio Veiga.
Agudas reflexiones
Pero las actividades que han llevado a cabo los colegios durante el concurso han servido para algo más. Los escolares sorprenden en sus relatos con frases como estas: «A mí me encantaría tener un cachorro como ‘Aragón’, pero sé que es imposible. Yo tengo a ‘Nana’, una perra mestiza genial y, aunque haya gente que no lo crea, me entiende y me quiere como si fuera una persona», cuenta Jesús. Y así reflexiona David: «Este caso, por suerte, acabó bien, pero quién sabe cuántos pasan en un año sin que nadie actúe. Espero que a todos los cazadores furtivos se les imponga una multa o penalización notable». Sofía, en otro ejemplo de sensatez, expone que «’Aragón’, como todos los animales, tiene sentimientos, aunque algunas personas no lo entiendan. Viéndolo en las fotos, tan suave y gracioso, puede parecer un peluche, pero, en realidad, es un animal salvaje y tenemos que respetarlo».
Carta desde el hospital
En los dibujos, los niños expresan también su simpatía hacia el osito y su rechazo hacia el maltrato a los animales. Fue emocionante leer la nota enviada por la directora del Centro de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria (CAEHD), Rosa María González: «Las características de nuestros alumnos, con vías en los brazos, mala salud…, hacen que los dibujos no siempre se correspondan con la edad, pero consideramos que lo importante es que han participado con ilusión y, sobre todo, concienciados de la importancia de cuidar nuestro ecosistema».
Algunas madres han llamado para preguntar si sus hijas o hijos podían participar a título individual en el caso de que sus centros decidieran no sumarse a esta actividad, porque «han preparado los dibujos con tanta ilusión que se llevarían un disgusto». Un alumno y una alumna de segundo, que son hermanos, demostraron iniciativa al remitir un mensaje conjunto: «Como nuestro colegio no ha tenido a bien participar, nosotros sí queríamos hacerlo, así que les mandamos nuestros dibujos del osito ‘Aragón’, que es muy gracioso». Y en el Leonardo Torres Quevedo han encontrado unos preciosos sellos de correos para enviar los trabajos a la redacción de La Albericia en los que aparece la imagen de un oso pardo en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Huella del contrabando
La infancia de Cantabria comparte sus experiencias a través de los relatos sobre la vida de ‘Aragón’. «Desgraciadamente, estoy acostumbrado a ver este tipo de cosas. Me recordó a un perro que llevaron, abandonado y deshidratado, a la clínica de mi padre. Lo ingresamos, le pinchamos suero y llamamos a la protectora», relata Javier. Y Jose nos deja esta certera conclusión: «En el futuro, ‘Aragón’ siempre se quedará con la huella de los contrabandistas, pero no estoy hablando de que lo encontraron deshidratado, desnutrido y con heridas en las patas, porque de todo esto se recuperará. Lo peor será que el osezno estará muy vinculado al ser humano y le va a resultar muy complicado integrarse con los de su especie».

Fuente: eldiariomontanes.es

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